En octubre de 1966, hace un año, se terminó de imprimir la obra de Alberto Vilanova "Los gallegos en la Argentina", que anunciamos más de una vez en nuestros comentarios con motivo de algún personaje del pasado o de un hecho histórico de este país en el que tuvieron intervención los gallegos. Hace un año que salió de la imprenta y este libro, uno de los más importantes de cuantos se publicaron en los últimos años en Galicia o en América referido a los gallegos, el más importante sin duda, en cuanto a la emigración gallega en la Argentina, a su pasado, al aporte fundamental de muchas personalidades gallegas, al nacimiento y desarrollo de esta nación y su aporte colectivo, este libro, decimos, es apenas conocido de los lectores gallegos y argentinos, concretamente de los curiosos de la historia de ambos países. "Los gallegos en la Argentina" se distribuye en dos volúmenes que abarcan unas 1500 páginas de apretado texto y
comienza, aparte del homenaje muy merecido a Don Manuel Castro López, el primer historiador gallego que se ocupó del tema, que inició estos estudios, con los primeros gallegos llegados con los capitanes descubridores a este país en el siglo XV, con los que participaron en el viaje de Magallanes, para finalizar con los gallegos de la actualidad, sus actividades de diverso tipo y la cita sobre la ascendencia gallega de ilustres argentinos. Entre esos primeros capítulos y estos últimos toda una historia veraz y apasionada del aporte gallego a la creación y desarrollo argentinos con la descripción, perfectamente documentada, de los aportes colectivos del pasado, las emigraciones gallegas a fines del siglo XVIII, la fundamental participación gallega en la defensa de Buenos Aires en los primeros años del XIX, la intervención de muchos gallegos ilustres en las jornadas de la independencia, etc., y la biografía completa de muchos e importantes personajes de actuación decisiva en la vida cultural, económica, política, de este país. Ningún gallego o hijo y descendiente de gallegos debiera dejar de tener estos dos tomos en su biblioteca. Es posible que ninguno de los países en que España se divide hubiese aportado tanto a esta nación y sea más desconocido su aporte. Por Alberto Vilanova este desconocimiento deja de ser tal. Don Manuel Castro López, hace más de medio siglo, había hecho oír su voz a través de breves monografías sobre estas cuestiones, alertando a los historiadores argentinos sobre hechos muy importantes en los que habían intervenido decisivamente destacados gallegos. Pero, Alberto Vilanova desarrolla toda esa historia apenas iniciada, y, con una paciente labor de muchos años, que invirtió en acumular fichas en archivos y bibliotecas, en esclarecer datos de todo tipo, en sostener correspondencia con otros historiadores y con jefes de archivos, de registros civiles, etc., tanto de aquí como de Galicia, llegó a finalizar esta magnífica obra que editó el Centro Gallego de Buenos Aires para sus "Ediciones Galicia" y de la que aún ahora, un año después de su publicación, no comprendemos por qué, apenas tiene conocimiento público. Personajes singulares aparecen biografiados en ella, como el botánico Pedro Montenegro, o el explorador, hidrógrafo, profesor, etc., José Quiroga Méndez; o el obispo de Buenos Aires Malvar y Pinto, cuya biografía iba a continuarse en Compostela; o Pedro Antonio Cerviño, o el General de la independencia Pardo de Cela y Vidal, o Francisco Javier Bravo, que tanto decisivo hizo por el triunfo de los unitarios, y muchas otras personalidades de extraordinario valor en las más distintas actividades y en épocas diversas. Solamente la intervención de los marinos gallegos en la exploración y colonización de la Patagonia constituyen una monografía muy importante y, otra no menos interesante, la actividad de los ingenieros gallegos en la última mitad del siglo XVIII. ¿Qué otra emigración española y no española puede enorgullecerse de haber contribuido con tanto a la Argentina? Alberto Vilanova prueba, siempre con datos ciertos y a la vista de documentos públicos, que algunas de las páginas de que se enorgullecen los argentinos fueron hechas posibles por la actividad de algún gallego prestigioso y que otras que aparecen confusas, cuyo origen no puede explicarse con la claridad debida, puede aclararse con el estudio de la actividad de algún personaje como Francisco Javier Bravo en su intervención, unas veces como táctico y otras como financiero y diplomático, en las campañas de Urquiza en la Argentina, y, antes, de Rivera en el Uruguay. La colectividad gallega de esta república se distinguió siempre por su incorporación a la población del país, aún manteniéndose unida, a partir del último tercio del siglo pasado, para las cuestiones que le afectaban como gallegos, en cuanto a diversos aspectos particulares de su vida en la Argentina y con respecto a los problemas generales de Galicia, pero siempre contaron sus personalidades en la vida cultural y en la económica y política de esta nación, en bastantes aspectos creación de ellos, mucho más influyentes por la general ignorancia que sobre la naturaleza de España se tiene, ya no aquí, sino en la misma península y que se encarga muy bien de fomentar esa política centralista, unitaria, que perdura, sistemáticamente en fracasos de todo orden. Los gallegos, como lo prueba Alberto Vilanova en esta obra trascendental "Los gallegos en la Argentina", han contribuido con mayor número de emigrantes y desde más antiguo a la singularidad argentina, influyendo en su carácter, en sus costumbres, y, también, casi desde los orígenes, con personalidades descollantes; algunas de ellas parejas a las grandes figuras de fines del siglo XVIII de la península, de igual talla que aquellos que se destacaron junto con Feijóo y Jovellanos. El Centro Gallego, que tuvo la excelente iniciativa de editar esta obra de Vilanova, que honra, ni que decir tiene, a nuestra colectividad, debe ahora hacer todo lo posible por su divulgación en beneficio por igual de la historia de Galicia y de la Argentina, se trata de un esfuerzo monumental que debe ser conocido de la mayoría del público.
SEOANE, L. De la audición GALICIA EMIGRANTE, noviembre de 1967