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 GALLEGOS ILUSTRES (1957)

Decía Pondal:
Aquel pobo que imbécil e brando
non honra aos maiores,
ese pobo en verdade perece
e corre a vil morte.


¿Y qué modo hay más adecuado de honrar a los mayores sino el de resucitarlos escribiendo y publicando sus vidas? Un pueblo no se compone solamente de los vivos. Sería entonces un hogar frío, sin tradición espiritual, semejante a tantos amorfos hogares de gentes, advenidas de súbito a próspera fortuna, que no saben cómo vivir, pues el estilo de sus pobres antepasados no les sirve para gastar su riqueza, por lo que rompen con sus manes y los olvidan. Son en tal caso puro presente, como lo animales irracionales. Un pueblo necesita raíces, y las raíces están en su pasado. Los muertos forman parte de la comunidad. Su forma de persistir es la historia. Toda casa perfecta necesita una galería de antepasados.

Con pocos días de diferencia llegan a nosotros dos libros con el mismo título: “Galería de gallegos ilustres”.
Uno de estos dos libros se compone de dos tomos. Es edición del Centro Gallego de Buenos Aires. Su autor fue uno de tantos tardíos románticos gallegos, de vida atormentada por la angustia metafísica, que no tuvieron tiempo o energía suficientes para cumplir una obra cabal. Teodosio Vesteiro Torres vivió sólo veintiocho años hasta su óbito voluntario en 1876. Su “Galería” comprende cinco partes. Primera, guerreros; segunda, poetas; tercera, marinos; cuarta, príncipes y diplomáticos; quinta, artistas. Un gran amor a su tierra impregna la obra. La edición a que nos referimos se realza con un ensayo biobibliográfico sobre Teodosio Vesteiro Torres por Alberto Vilanova. Se reproducen  en este ensayo documentos interesantes, se hace una ecuánime crítica del libro de

Vesteiro y se completa hasta cierto punto con una numerosa lista de personajes gallegos omitidos en la “Galería”. No se trata de la reimpresión de una obra de valor didáctico actual. Si bien a muchos lectores les proporcionará una información que no poseían, la “Galería” de Vesteiro, ya deficiente en su tiempo desde el punto de vista científico, es hoy un trabajo histórico enteramente superado. La significación de esta –tercera- edición no puede ser otra que la reedición de una obra literaria olvidada de un clásico de las letras galaico-castellanas del período de transición entre el romanticismo y el realismo.

También se intitula “Galería de gallegos ilustres (serie I)” un limpio y breve volumen –realmente un folleto de cincuenta y ocho páginas-, editada en Vigo, por Monterrey. Es gentileza de Laboratorios Zeltia, de Porriño. Contiene rápidas noticias, de autor anónimo, acerca de veinticinco gallegos famosos. Es un sencillo trabajo de divulgación, pero va ilustrado con los retratos –en grabados de la época- de los personajes biografiados, y por la reproducción de sus firmas.

La publicación de estos libros demuestra, al parecer, que Galicia no se olvida de sus raíces, lo que es indispensable, para que el viento no se los lleve, a los hombres como a los pueblos.


CADAVAL, FERNANDO: Gallegos Ilustres, “V. G.”, nº 23, 1957.

Alberto Vilanova - Ensaísta e Historiador | Aviso Legal | © 2011 albertovilanova.com
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